martes, 27 de abril de 2010

El Crepúsculo de los Dioses



"Yo soy grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas" (Norma Desmond)


El crepúsculo de los Dioses o Sunset Boulevard es considerado hoy uno de los clásicos del cine de la época dorada de Hollywood. En castellano se estrenó con distintos nombres dependiendo de los países: El ocaso de una vida (México), El ocaso de una estrella (Argentina). En España fue titulada El crepúsculo de los dioses.


En el momento de su estreno en 1950, esta pelicula fue muy bien acogida por la crítica y aunque fue nominada a once Óscar, ganó solamente tres que fueron Mejor Dirección Artística y Ambientación (blanco y negro) de Hans Dreier, John Meehan, Sam Comer y Ray Moyer; Mejor Banda Sonora para una película no musical de Franz Waxman y Mejor Guión original de Charles Brackett, D.M. Marshman Jr. y Billy Wilder el cual además de dirigir participó también en el guión.


Las otras categorías a las que fue nominada la película son las siguientes: Mejor Película, Mejor Director (Billy Wilder), Mejor Actor Protagonista(William Holden ,Mejor Actor de Reparto (Erich von Stroheim), Mejor Actriz Protagonista (Gloria Swanson), Mejor Actriz de Reparto (Nancy Olson), Mejor Fotografía /blanco y negro (John F. Seitz) y Mejor Montaje (Arthur P. Schmidt y Doane Harrison).


El crepúsculo de los Dioses, es de ese tipo de películas que parecen ser intrascendentes pero que sin duda alguna se sumerge en todo un mundo soterrado de lo que fue Hollywood en el momento de transición del cine mudo al sonoro. Este cambio produjo una catarsis inmediata, y una rebelión entre aquellos que hasta el momento habían sido estrellas rutilantes.

El cine sonoro conllevó la caída de actores como Valentino, y provocó la ira de directores o actores como Charles Chaplin que sentenció "con la llegada de la palabra el cine ha muerto". Muchos actores no pudieron ni supieron adaptarse a ese cine sonoro, que dió paso a muchas estrellas, algunas de las cuales quedaron en la nada y otras por el contrario dieron sus primeros pasos en esa època y han quedado para la posteridad, es el caso de Montgomery Clift, Clark Gable (al que más tarde nombrarían EL REY) o Gary Cooper y en el lado femenino la gran Greta Garbo, Barbara Lamarr o Norma Shearer.


En esta película Billy Wilder, sabe introducir un cierto aire de patetismo presente en todo momento, un patetismo propio de los "juguetes rotos" que siguen viviendo en su propia fantasía, en una inmensa mentira, una locura sin fin que termina en la mayoría de los casos fatalmente. Muchos de esos "juguetes rotos" en la realidad tuvieron un final trágico, como fue el caso de Florence o Baggot ambos cayeron en una espiral de alcohol y soledad hasta que acabaron suicidándose, no pudiendo soportar el haber caído en el olvido.

En el caso de El crepúsculo de los Dioses, la protagonisa Norma Desmond (interpretada por Gloria Swanson) es una actriz retirada de los circuitos, una de las víctimas de la llegada del cine sonoro que sigue soñando con su rutilante carrera, cuando realmente está sentenciada y considerada un personaje patético . Incapaz de aceptar que sus días de gloria pasaron, sueña con un retorno triunfante a la gran pantalla, para el cual espera contar con la ayuda de Joe Gillis (William Holden), un guionista al que convierte en su amante. Se aferra a Joe al que quiere recluír en su vieja mansión como una forma de agarrarse a la vida, a la juventud perdida, y todo lo paga con dinero, el amor, la compañía y la mentira de la vida que es su vida, que tiene como telón de fondo una vieja mansión, reflejo de la decadencia de la misma Norma.


El personaje que encarna William Holden es mezquino y refleja los efectos perversos de pagar amor y compañía con dinero. De todos modos a su manera es un personaje que como Norma Desmond tiene muchos demonios interiores y una locura no tan extrema como la de la "vieja rutilante estrella" pero que sin duda hace inevitable su final. Joe, encuentra al fin la manera de salvarse, de regenerar su existencia patética, de asirse a la vida a través del amor (se enamora de una joven guionista interpretada por Nancy Olson), pero quizás es demasiado tarde para él.

Eric Von Strohein que interpreta al mayordomo de la estrella en principio es el personaje más fiel a si mismo. Entregó su vida y su fama por amor (pero un amor loco y obsesivo que hasta provoca su propia humillación profesional y personal). Toda su vida se reduce ahora a fomentar la locura y la fantasía de Norma. Él mismo crea y recrea para Norma Desmond y los demás una ensoñación de glamour y fantasía (escribe falsas cartas de admiradores que no existen, invitaciones a fiestas, etc).


La escena final, es sin duda no sólo la mayor "mentira" de toda la película, sino que es la mejor desde el punto de vista simbólico. El descenso de Norma a los infiernos bajando por las escaleras, el infierno de su locura. Norma Desmond, como si de una escena de película se tratara baja contenta de que al fin de nuevo todos la miren pero no por admiración (como cree ella en su locura) sino con pena y horror. Sólo cuenta con la mirada tierna y sincera de Max (Eric Von Strohein).


Es una película brillante técnicamente pero también lo es por la propia historia( de planteamiento circular) que nos presenta. Es un filme para reflexionar sobre la Fama y la autodestrucción de las personas al no aceptar la nueva realidad que sacude su vida al convertirse en"juguetes rotos". Pero también plantea otros temas como el poder regenerador del amor (Nancy Olson) o su poder destructivo ( Eric Von Strohein) que alimentando una mentira ayuda a que la locura se apodere de Norma. Y al mismo tiempo nos habla de que a veces puede ser tarde para volver atrás los errores cometidos ya que acabamos siendo prisioneros de ellos.



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