domingo, 20 de mayo de 2012

Sombras tenebrosas sin luces

No es nada nuevo que Tim Burton ha creado un estilo visual propio. Un universo de colores, formas e histrionismos muy particulares. Y como parte de esa construcción ha establecido una relación "matrimonial" con Johnny Depp. Una relación que generalmente funciona bien, aunque no siempre igual de bien. Sea como fuere, la cumbre cinematográfica de ambos, dejando de lado los fetiches del colectivo friki que sigue a Burton, es sin duda Sleepy Hollow (1999): una obra en la que se entremezclaban los elementos fantásticos y la estética excesiva de Burton con el thriller policial y el drama teniendo como resultado una película inquietante a la par que entretenida. Sombras Tenebrosas se encuentra en el lado opuesto: el lado oscuro, el no divertido, de Tim Burton.

Burton ha hecho unas cuantas películas por dinero (El planeta de los simios o Alicia en el País de las Maravillas son los dos ejemplos a tener en cuenta), cabría preguntarse si Sombras Tenebrosas es una de ellas. Si lo fuese, desde luego no estaríamos ante el mayor patinazo de Burton. Si la película pretendía algo... estamos ante un sonoro y rotundo fracaso. Un fracaso alarmante en términos de falta de inspiración. Estamos ante una película que funciona como telefilme de tarde de domingo, nada más. Tanto la temática vampírica como la de la trágica orfandad están demasiado tratadas en el cine: sobre todo en el mal cine. Y esto hace que Sombras Tenebrosas no pueda ser entendido en clave de autoparodia. Se trata a todas luces de la película con la que Tim Burton intentó dejar su impronta sobre el cine de vampiros. El resultado es nefasto, quedando este filme superado no por una docena de títulos anteriores sino por seguramente muchos más. Se supone que alguien del caché de Burton no puede contentarse con historias tan menores que no llegan ni a simple historia.

La película en realidad sólo se sostiene por los chistes del personaje de Johnny Depp, patéticamente fuera de su tiempo y parloteando con los otros personajes, de la década de los 70 del siglo pasado, con la jerga propia de una persona del siglo XVIII. Eso es todo. El resto de personajes son absolutamente raquíticos (incluída la malvada de la historia). Y es que uno de los teóricos personajes protagonistas se pasa sin aparecer en pantalla durante todo el desarrollo (por así llamarlo) de la trama, da la sensación de haber desaparecido. Dicha trama es la habitual: vampiro que encuentra a su amor ancestral reencarnado en una joven que siente una conexión con él. Se añade como novedad una combinación de esta mil veces tratada historia con la de la bruja enamorada y vengativa, que tan bien supo manejar Burton en Sleepy Hollow. Pero el resultado no podría ser más diferente al de aquélla. Porque pese a las diversas subtramas de otros personajes, y que no brillan ni por su contenido ni por la relevancia del mismo, tras toda la mascarada, la película no tiene argumento alguno. Parece una sucesión de chistes y graciosas circunstancias a cargo de Johnny Depp y no trata sobre nada nuevo ni desarrolla o anticipa nada que nos produzca una emoción o tensión suficientes. La antagonista de Depp es derrotada al final de la película mediante un recurso argumental verdaderamente lamentable: un Deus Ex Machina sin explicación razonable y sin conexión con todo lo que vemos antes de dicho final. 

En cuanto a los personajes secundarios cabe señalar que Helena Bonham Carter parece reeditar su papel de Alicia en el País de las Maravillas. Michelle Pfeiffer hace un papel absolutamente mediocre, de vieja estirada en permanente éxtasis de no se sabe muy bien qué. Circunstancia ésta que recae también en otro personaje, la hija del interpretado por Pfeiffer, desarrollando así un rol tan cargado de sexualidad que resulta en cierta manera desagradable, pues se trata de una niña (la actriz en cuestión tiene apenas 15 años). Si fuese Woody Allen  el responsable se lo comen vivo...

Tim Burton necesita urgentemente historias nuevas pero, sobre todo, necesita que alguien le escriba mejores guiones que el de esta Sombras Tenebrosas. Las historias se hallan en el transcurrir de los argumentos y no en aisladas islas, vagas inspiraciones más propias del sketch televisivo. Alguien debiera, en suma, decirle a Tim Burton que sus películas no pueden ser un mero escaparate visual para sus obsesiones y manías decorativas. Antes, al menos, de que su nombre caiga en el más absoluto descrédito entre el público. Y no falta mucho.

Si quieren ver una película entretenida sobre Drácula conociendo los años 70 les recomiendo Amor al primer mordisco (1979) y si quieren la perfecta película sobre una bruja enamorada Me casé con una bruja (1942) es su cita ineludible.




"Cuanto más exitoso sea el villano, más exitosa será la película". Alfred Hitchcock.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Nuestro recuerdo para Carlos Fuentes


 (11 de noviembre de 1928 - †15 de mayo de 2012)

Esta semana nos ha dejado una de las figuras literarias más influyentes del siglo XX, Carlos Fuentes. Fue candidato al Premio Nobel de Literatura en muchas ocasiones. Entre los honores recibidos podemos destacar El Premio Rómulo Gallegos (1977), el Premio Cervantes (1987), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1994) o la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Si hemos de escoger alguna de sus obras más emblemáticas destacaremos La región más transparente o Aura.

Hasta siempre, Carlos Fuentes....