viernes, 17 de junio de 2011

El Tercer Hombre

Ficha Técnica:
Idioma: Inglés, alemán.
Dirección: Carol Reed.
Producción: Hugh Perceval, Carol Reed.
Guión: Graham Greene, Alexander Korda.
Fotografía: Robert Krasker.
Música: Henry Love, Anton Karas.
Intérpretes: Joseph Cotten, Alida Valli, Orson Welles, Trevor Howard, Bernad Lee, entre otros.
Nominaciones al Oscar: 3
Oscar: Robert Kraser (fotografía).


El Tercer Hombre (The Third Man, 1949) es considerada por muchos uno de los mejores ejemplos de cine negro y de suspense, que curiosamente no pertenece al genio del misterio Alfred Hitchock, sino a Carol Reed, de quien dicen las malas lenguas que nunca ha vuelto a hacer nada tan bueno. Realmente es una rareza del cine británico, tan pulida técnicamente como el mejor de los clásicos de Hollywood.



Como bien sabéis EL TERCER HOMBRE también es el título de una famosa novela de Graham Greene, pero la película no fue una adaptación de la novela, sino que Greene la escribió para la pantalla y luego la publicó como novela dramatizada.


Situada en la Viena de posguerra, dividida entre las cuatro grandes potencias, Reed sabe trasladarnos con total realismo a la Europa de la posguerra, captando un auténtico mundo de terror. ¡Y tan auténtico!, ya que esta película fue filmada entre los escombros y las ruinas que dejó la guerra en Viena. Un mundo en donde la miseria convive con el horror y el delito.
Es aquí a este escenario a donde llega Holly Martins (Joseph Cotten, el famoso tío Charlie en LA SOMBRA DE UNA DUDA) quien desde luego hace un papel soberbio como el inocente escritor norteamericano de novelas del Oeste, que va a visitar a su gran amigo Harry Limen. La gran sorpresa es que cuando llega su amigo ha muerto en extrañas circunstancias.


Realmente es una película llena de momentos soberbios como la conferencia literaria de Holly Martins (que no tiene desperdicio como escena cómica), o la sorprendente aparición de Orson Welles en medio de la oscuridad, así como el diálogo de su personaje con Holly Martins en la noria Ferris de Viena cuando Welles hace referencia al reloj de cuco. Diálogo por cierto introducido por éste quien lo escribió en un momento de inspiración, que a posteriori fue añadido al guión de Greene, y que se ha convertido en uno de los diálogos más famosos del cine.


No nos podemos olvidar del papel perfecto que realiza Alida Valli una actriz italiana de gran trayectoria en el mundo del cine, que brilla con luz propia y que pone el toque romántico en la película, o del magnífico papel de Trevor Howard (como el testarudo oficial inglés), y por supuesto no podemos olvidarnos de la tierna banda sonora de Anton Karas que nos acompaña durante todo el filme.


Fue nominada a los Oscar en las categorías de Director (Carol Reed) de Montaje (Oswals Hafenrichter), y fotografía (Robert Krasker) consiguiendo finalmente una merecida estatuilla en esta última categoría. Respecto a esto hemos de reseñar, por si alguno no lo recuerda, que en este momento los Oscar tenían un apartado para el cine B/N y otro para las películas en Color (puesto que estamos en un momento de transición en el que está surgiendo el cine en color).


A pesar de que es posible que no se pueda hablar de sorpresa o suspense (puesto que de esta película se ha hablado mucho y casi todos conocemos las pequeñas triquiñuelas de la historia) hay que reconocerle que es una joya del cine negro, que no se puede perder aquel que no la haya visto.








lunes, 6 de junio de 2011

Sin Identidad, de Jaume Collet-Serra

Jaume Collet-Serra es un director que, al parecer, se ha propuesto en sus dos últimas películas refundar el thriller. Si en "La Huérfana" nos hizo retorcernos en la butaca con una tétrica niña que siempre parecía conseguir sus negros propósitos, en "Sin identidad" Collet-Serra le da la vuelta a todo.

Cuando uno ve una película de thriller o suspense va armado de una serie de prejuicios. Esto es: cada una de las películas de mismo género que hayamos visto antes parecen darnos una fórmula que convierte en previsible la que vamos a ver. De ahí que "Sin identidad" a priori constituya, sinopsis en mano, una oferta cinematográfica muy poco original: científico americano que acude a una convención en una ciudad europea, tiene un accidente y al despertar descubre que su identidad ha sido suplantada. Una historia típica de la guerra fría, del cine de espías. La película de Collet-Serra, sin embargo, se desenvuelve de forma sorprendente y los giros no son nunca los previstos, los tópicos.

Al igual que en "La Huérfana", Collet-Serra tiene una forma de llevar la trama que lleva siempre a sorprenderte, sin trampas, a cada momento. Algo muy necesario pues a veces esta capacidad para sorprender marca la diferencia entre que una película sea percibida como buena o mala, como divertida o aburrida. Hay casos muy conocidos de estos problemas con los prejuicios y los precedentes. Así, por ejemplo, muy pocos considerarían que el Alien 3 de David Fincher es una película superior a Alien el Octavo Pasajero de Ridley Scott aunque probablemente lo sea. O, en sentido inverso, muchos considerarán, mil películas de suspense después, que "Marathon Man" es una película demasiado sencilla o plana. Las variantes en el thriller y el suspense son tantas, que seguir sorprendiendo está sólo en la mano del genio.

El director catalán (de tan solo 37 años de edad) demuestra ser un gran fan del cine, un cinéfilo. "Sin identidad" está repleto de guiños a otras películas del género. Aparecen referencias muy claras a "Frenético", de Roman Polanski, y a las películas de la trilogía Bourne dirigidas por Doug Liman y Paul Greengrass. Incluso en la música y en el movimiento de la cámara se aprecian estos guiños.

Si el personaje protagonista interpretado por Liam Neeson (quien parece vivir una segunda juventud con los papeles de acción) es necesariamente tópico, aparece un secundario de lujo en esta producción que saca puro oro de un personaje muy tópico. Hablamos de Bruno Ganz. Conocido sobre todo por haberse metido en la piel de Adolf Hitler en "El Hundimiento", este actor alemán lleva años literalmente encarnando a la misma clase de personaje: el ermitaño sabio que ayuda al protagonista. Así, por ejemplo, el personaje que interpretaba en el remake de "El mensajero del miedo" de Johnathan Demme no se diferencia a grandes rasgos del de "Sin identidad". Sin embargo, el guión de este personaje y la propia desenvoltura de Ganz en su papel de orgulloso ex-policía secreto comunista son del todo excepcionales y contribuyen a dotar a la película de un halo melancólico. Una melancolía que, en realidad, impregna toda la producción de una película que parece un tributo del siglo XXI hacia el cine de espías de la guerra fría.

No se pueden dar muchos más detalles sin desvelar los entresijos del suspense de "Sin identidad", así que sólo queda recomendar desde aquí ver esta película. Merece mucho la pena. Queda también desear que este joven director español que es Jaume Collet-Serra continúe la senda transgresora de sus dos últimas películas y no caiga, como tantos otros, en el cine de "fuegos artificiales".


"El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel." Alfred Hitchcock

martes, 24 de mayo de 2011

MEDIANOCHE EN PARÍS



La nueva película de Woody Allen está siendo respaldada por crítica y público tanto en EEUU como en España, y no es para menos. A nadie se le escapa la falta de originalidad que desde hace algún tiempo viene adoleciendo la cartelera. En este sentido, MEDIANOCHE EN PARÍS constituye una gran bocanada de aire fresco.

Esta película escrita y dirigida por Woody Allen es encantadora y mágica pero además es una gran reflexión sobre dos temas. Por un lado la insistencia del ser humano en vivir en el pasado; tan respaldada con frases como “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Por otro lado la necesidad de buscar nuestro verdadero lugar aunque a veces nos empeñemos en desviarnos del camino y querer encajar en un ambiente y con unas gentes con las que no tenemos ninguna conexión ni intelectual, ni afectiva. Destacar que también se desliza una crítica nada velada a esa nueva generación de ricos que solo valoran las cosas por el dinero que se paga por ellas; a ese mundo de apariencias basadas en la banalidad más absoluta, donde los sentimientos como el amor o la amistad están basadas en la medida de tu éxito y los ceros que tenga tu cuenta corriente.

Pero no nos equivoquemos, desde luego no es una película dramática que nos invite a replantearnos nuestra manera de vivir y pensar, pero tampoco es una comedia con gags humorísticos a cada momento. Cabe destacar además que si está repleta de momentos épicos, e incluso con la aparición de unos protagonistas de excepción. Y es que toman parte en esta historia Dalí, Buñuel, Picasso, Ernest Hemingway, entre otros… y no diré nada más sino desvelaré la mejor parte de la película.

Los diálogos son ricos, rápidos e ingeniosos con un elenco de actores que lo bordan. Este filme es original y rico en matices.


En todo caso, Woody Allen ha sabido filmar un mágico París encontrando rincones desconocidos, pequeños bulevares y otras callejuelas igual de encantadoras que otros entornos más conocidos, que si bien aparecen al principio de la película, no son ni mucho menos escenarios principales.

En definitiva es una película muy buena, y la recomiendo encarecidamente. Es lo mejor que he visto en el cine desde hace mucho tiempo.


domingo, 24 de abril de 2011

Código Fuente

En el cine desde hace muchos años existe un subgénero dentro de la intriga que es el del "recomienzo": una trama que vuelve una y otra vez a comenzar en la que el protagonista debe lograr un objetivo. El ejemplo más conocido es el de "Atrapado en el tiempo", protagonizada por Bill Murray, pero recuerdo, a bote pronto, un capítulo de la serie Expediente X, ya en decadencia, en que Fox Mulder despertaba una y otra vez en el mismo día. "Código Fuente" de Duncan Jones pertenece a esta clase de producciones.

El principal problema de las películas con la clase de trama mencionada es que se puedan volver "pesadas" en su repetición de situaciones. Y lo que es más importante: que en realidad sirvan para envolver o complicar una historia sin demasiado interés. Definitivamente este no es el caso del filme de Duncan Jones.

"Código Fuente" basa su historia en un supuesto de ciencia ficción: la posibilidad de emplear la "memoria" de un cuerpo ya muerto para introducir en sus recuerdos la mente (viva) de otra persona. El "invento" se aplica en este caso a la resolución de un atentado terrorista en un tren de pasajeros cerca de la ciudad de Chicago. Una historia que se parece muchísimo a la  "Deja vú", de Tony Scott: donde también se mostraba un increíble invento que servía para observar el pasado en 360º con el objeto de esclarecer un crimen.

Asumiendo que todo se trata de una "fantasmada", la historia de "Código Fuente" resulta muy interesante y es narrada de forma muy ágil, sin que la "repetición" inherente a la historia se haga insufrible. Sucede esto porque se ponen en el tapete cosas como el sentido del deber, los prejuicios sociales y raciales, el amor a la familia o el destino de forma natural, sin artificios o discursos. De tal manera, además, en que se consigue una completa empatía con el personaje principal en una película que a su corta duración suma el hecho de que no hay presentación alguna de los personajes. Directa al grano, "Código Fuente" nos revela la importancia de cómo nos comportamos, qué hacemos y hasta qué punto tiene relevancia. Y no lo hace al estilo de un "Qué bello es vivir" sino a través de una aproximación descarnada. No se trata de probar la existencia de un "más allá" sino de la posibilidad de mundos infinitos generados por nuestras diferentes decisiones. Mundos sucesivos en los que cada uno es un sueño, o una pesadilla, del anterior. Algo muy sugerente, ante la atronadora imposición de principios y finales, de dioses y demonios.

En conclusión: "Código Fuente" es una película muy recomendable para quienes le guste levantarse de la butaca y estar durante un tiempo reflexionando sobre qué significado entraña realmente lo que acaba de ver. Un frenesí de imágenes, en este caso, que representa una sosegada y elegante reivindicación de la libertad del hombre.


"y nuestras pequeñas vidas están cercadas por el sueño" Shakespeare.

martes, 12 de abril de 2011

Adiós a Sidney Lumet. 12 Hombres sin Piedad.

Este fin de semana nos ha dejado uno de los grandes directores del cine clásico que no es otro que Sidney Lumet. Por ese motivo y a modo de homenaje me gustaría hablar sobre una de sus mejores películas (en mi modesta opinión) que es 12 HOMBRES SIN PIEDAD (12 ANGRY MEN).


Una película que pese al tiempo pasado (1957), sigue siendo muy popular pues está llena de actuaciones inteligentes, súbitos giros y monólogos apasionados, y todo ello contenido en una pequeña sala de deliberación del jurado en una bochornosa tarde de verano.


Dicha sala es a donde se retira este jurado para deliberar sobre la culpabilidad o inocencia de un chico de 18 años acusado de matar a su padre, y que a priori todo parece indicar su culpabilidad sin ningún género de duda para 11 miembros del jurado, salvo la “duda razonable” del jurado número 8 interpretado genialmente por Henry Fonda.


Esta película está basada en una obra de televisión de Reginald Rose, emitida en directo en 1954 por la CBS, la cual impresionó a Fonda, quien enseguida vio la oportunidad de hacer un largometraje acudiendo al veterano director de teatro televisivo Sidney Lumet y a Boris Kaufman un verdadero artista de la fotografía, que contribuye a fomentar la sensación de tensión y agobio presente durante todo el filme. Una película que curiosamente se hizo en solamente 20 días.


Quizás sea por estar basada en una obra de televisión, o porque muchos de sus actores vienen del mundo de las tablas, lo cierto es que es una película con una marcada teatralidad, que sin embargo no debe verse como un defecto sino todo lo contrario, pues ayuda a redondear a cada uno de los personajes, y sobre todo a darle intensidad y dramatismo.


Se puede decir que es una película de amplio trasfondo sociológico pues en esa “dinámica de grupo” afloran los prejuicios étnicos y de clase, los traumas y personalidades de los personajes en una lucha entre la verdad y la mentira, la inocencia o la culpabilidad.


Cada uno de los actores escogidos para esta película redondea y perfecciona su papel, teniendo entre ellos a Lee J. Cobb como el jurado número 3 amargado y traumatizado por los problemas con su hijo (proyectando su ira sobre el joven que está siendo juzgado), o Geroge Voskovec (jurado número 11) que junto a Joseph Sweeney (jurado número 9) actuaron en la producción original de la CBS.


En resumen, esta película que tan sólo se desarrolla en una asfixiante sala de deliberación tiene de todo, un guión soberbio, un excelente reparto, una buena historia y una escenografía y ambientación perfectas; sin duda merece la pena conocerla y ya nos diréis que os parece.


Ficha técnica:


Idioma original: Inglés.


Dirección: Sidney Lumet.


Guión de reparto: Reginald Rose.


Fotografía: Boris Kaufman.


Música: Kenyon Hopkins.


Intérpretes: Henry Fonda, Lee J. Coobs, Ed Begley, E.G. Marshall, Jack Warden, Martin Balsam, John Fiedler, Jack Klugman, Ed Binns, Joseph Sweeney, George Voskovec, Robert Webber.


Nominaciones al Óscar: mejor película, mejor director y mejor guión original.


Festival de Berlín: galardonado Sidney Lumet (Oso de Oro, premio OCIC).



"No estoy diciendo que sea inocente posiblemente sea culpable, sólo digo que existe una duda razonable" ( Jurado número 8)


jueves, 24 de marzo de 2011

Elizabeth Taylor, dice adiós...


En el día de ayer nos dejó una de las grandes estrellas del universo Hollywood, Elizabeth Taylor. Esta noche en la Sexta 3, podremos disfrutar de dos de sus grandes películas, LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC en la que comparte protagonismo con Paul Newman y EL PADRE DE LA NOVIA.

Por tanto, todos aquellos amantes del cine podrán disfrutar esta noche de dos clásicos del cine y despedir a la gran Elizabeth Taylor.


HASTA SIEMPRE, ELIZABETH TAYLOR..

lunes, 21 de marzo de 2011

PAUL NEWMAN. LA BIOGRAFÍA (SHAWN LEVY)

Ficha técnica:

Título: Paul Newman. La biografía
Autor: Shawn Levy
ISBN: 978- 84- 264- 1746- 6
Primera edición: noviembre del 2009
Editorial: Randon House Mondadori, S.A.

No es precisamente una novedad editorial, ya que lleva en las librerías algo más de un año, pero si desde luego es sin duda una de las biografías más interesantes de los últimos años. No sólo porque se trate de Paul Newman (por el que siento debilidad) sino porque su autor Sawn Levy ha sabido darle un toque especial con su narrativa rápida y ligera, escapando del tono habitual de las biografías que o bien son un relato amarillista y escabroso (como la Corona del Rey, sobre Clark Gable) o bien una retaíla de datos sin más interés que la cuantificación de hechos.

Sin embargo, en PAUL NEWAM. LA BIOGRAFÍA, podemos disfrutar de una narrativa que a lo largo de sus capítulos, nos hace conocer la talla humana de una de las estrellas más deslumbrantes del universo Hollywood. Descubrimos su drama personal con la muerte de su hijo Scott, su faceta de empresario, sus difíciles comienzos como actor de teatro, su paso por el mítico Actors Studio, su brillante dedicación a la dirección cinematográfica, su pasión por el automovilismo, o su salto a la fama tras interpretar un papel reservado para James Dean, que había fallecido pocos meses antes, así como su compromiso político.

“Después de la toma de posesión de Nixon, Newman siguió aireando sus convicciones políticas. Tanto él como Joanne asistieron a reunionres del Senado, a la creación de un Departamento para la Paz del gabinete, e hicieron ondear banderas pacifistas en una manifestación contra la guerra ante la embajada de Estados Unidos en Londres”

“Tengo el genio muy vivo, además no tengo la arrogancia necesaria para presentarme, ni tampoco las credenciales” (Paul Newman).

Por supuesto no faltan referencias a su primer matrimonio, su posterior noviazgo y matrimonio con otra actriz brillante como fue Joanne Woodward o sus devaneos con Nancy Bacon durante el rodaje de DOS HOMBRES Y UN DESTINO, que pusieron en peligro a una de las parejas más sólidas del mundo de Hollywood.

Pasamos por épocas en las que tanto Paul como yo tuvimos que aferrarnos a nuestro matrimonio, sobre todo cuando parecía que no podía durar ni un día más. En esos momentos, teníamos que olvidarnos de nosotros mismos y tomar conciencia de que había tres elementos en juego: su ego, mi ego, y nuestro ego. Para que la relación sobreviviera, teníamos que olvidarnos de su ego y el mío y dedicarnos al nuestro”. (Joanne Woodward).

Pero sin duda, algo que debo destacar de esta biografía es la forma en que entrelaza el relato de la vida personal con la historia que hay detrás de cada una de sus películas, sirviendo así para conocer más ampliamente su filmografía y ayudarnos a descubrir algunas “raras joyas” que no han sido dadas a conocer al gran público y que sin duda serán de gran interés para todos los amantes del cine.

Recomiendo encarecidamente esta biografía que fue tildada por el propio The New York Times, como “El mejor libro sobre Newman y de las grandes biografías de la década”.

“Últimamente trabajo en lo mejor que se me ofrece, pero me gustaría hacer una película con la que pudiera despedirme como es debido”(Paul Newman).