Hace
unas pocas semanas se ha estrenado en nuestro país EL ENIGMA DEL CUERVO, una película que sin duda no ha dejado indiferente
a la crítica, pero que desde mi punto de vista ha sido injustamente tratada y
criticada.
Y
es que la película inspirada en la vida y obra del controvertido y alabado Edgar Allan Poe, presenta la historia de este autor al igual
que las referencias a su obra, de una manera original, pero al mismo tiempo
respetuosa con sus narraciones.
La
crítica sin embargo además de atacar algunos aspectos interpretativos acusa a
este film de “escupir sobre la tumba de Edgar Allan Poe”, y no logro descifrar
el por qué. Si las películas sobre Sherlock Holmes dirigidas por Guy Ritchie (donde
Robert Downey .Jr. interpreta a Sherlock Holmes
y el Dr. Watson toma vida a manos de Jude Law) no han recibido semejantes críticas siendo la
primera película (2009) y su secuela (2012) nada respetuosas ni con las
historias, ni con los personajes (un ejemplo claro es Irene Adler), no entiendo
el revuelo formado por los especialistas en este caso.
En
cuanto a la interpretación destacaría a John Cusack
(Edgar Allan Poe) y Luke Evans
(detective Emmett Fields). El primero de ellos, hace un papel histriónico y
exagerado pero no cabe duda de que el propio Edgar Allan Poe se ajustaba a ese
perfil algo que viene confirmado tanto por su vida desordenada y su carácter un tanto atormentado (bebedor
empedernido, persona irascible) y su propia muerte (que sigue envuelta en el
misterio más absoluto), por lo que las críticas que en ese sentido haya
recibido John Cusack no se sostienen. Por otro lado tenemos a Luke Evans, que
considero que está muy asentado en su papel de inspector, aportándole un gran
atractivo al personaje. Si en cambio podemos crítica señalar respecto al aspecto interpretativo (y algo en
lo que coincido con los críticos) es que quizás el duelo entre estos dos actores
queda un tanto desequilibrado en cuanto a presencia y peso en la película,
porque a pesar de que Edgar Allan Poe sería
el personaje más relevante y principal a
priori, tiene un protagonismo mayor el
personaje de Luke Evans (ya no sólo por su magnífica interpretación, sino
también por la presencia que tiene a lo
largo de toda la historia).
El
personaje femenino interpretado por Alice Eve
(Emily Hamilton) poco tiene que decir es una actriz que destaca por su belleza,
pero no creo que su interpretación sea demasiado meritoria al menos desde mi punto de vista. Aunque en la segunda
parte de la historia mejora sustancialmente, también porque sus desventuras
ayudan a que desarrolle otros registros que no sea el de “mujer florero”.
En
todo caso, la película en mi opinión merece una crítica algo más benévola, ya
que si bien no podemos decir que pasará a los anales del cine, sin duda es un film entretenido, por momentos
tenebroso (ayudado esto por la fotografía) y con una historia bien configurada
a raíz de las oscuros cuentos y misterios de la propia obra de Edgar Allan Poe.
Y es que habiendo a lo largo de este año películas horrorosas que sin embargo
han recibido buenas críticas, no entendemos porque en este caso, se le machaca
de forma casi unánime por los “especialistas” a no ser por el “simpático” guiño
que este filme realiza hacía el mundo de los profesionales de la crítica.
Por
lo tanto hasta que llegue el estreno de alguna que otra superproducción de
Hollywood (que está a punto de llegar a nuestras pantallas) y siempre que el
bolsillo lo permita, nada mejor que darse un chapuzón en el Baltimore del S.XIX una época que ha servido de inspiración para
los grandes creadores y fundadores de la novela negra.
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