viernes, 29 de julio de 2011

La guerra civil según Tucídides

"Tan cruel se desarrolló la guerra civil, y aún lo pareció más porque aquella fue la primera, ya que más tarde en cierto modo todo el mundo griego, valga la expresión, se vio sacudido al disputar en cada lugar los dirigentes del pueblo y llamar a los atenienses, y los oligarcas a los lacedemonios. Si bien en la paz no tenía excusa ni estaban dispuestos a llamarles, al entrar en guerra las peticiones de alianza en beneficio de ambos bandos, tanto para perjuicio de los rivales cuanto, a consecuencia de lo mismo, para acrecentamiento de su propio poder, eran atendidas fácilmente en provecho de los deseosos de alterar la situación.

Se produjeron muchos horrores en las ciudades durante la guerra civil, horrores que se dan y se darán siempre mientras sea la misma la naturaleza humana, más violentos o atenuados y diferentes de aspecto según la modificación de las circunstanciasque se dé en cada caso, ya que en la paz y yendo bien las cosas, tanto ciudades como individuos tienen mayor discernimiento por no estar sometidos al apremio de la necesidad; pero en la guerra, al suprimir el bienestar cotidiano, resulta ser un maestro de violencia y acomoda a las circunstancias los sentimientos de la mayoría.

(...)

Las garantías mutuas eran ratificadas menos por la sanción divina que por la complicidad en el delito. Las buenas palabras de los contrarios se aceptaban con previsión realista, por si ganaban, y no por nobleza de espíritu. Se prefería responder a una ofensa a no haberla recibido. Y los juramentos, si es que los había de acuerdo, tenían vigencia momentánea por prestarlos cada bando ante el apuro, ya que su validez no tenía otro fundamento. Llegado el caso, quien tomaba la delantera en un golpe de audacia, si veía indefenso al otro, disfrutaba más de su venganza por la fe burlada que si lo hubiese hecho a las claras, y ponía en su haber tanto la seguridad como el hecho de recibir un premio a su inteligencia por vencer con engaño. Y es que la mayoría prefiere ser malvado y llamarse hábil a ser torpe y llamarse bueno; de esto se avergüenzan, mientras de aquello se hace alarde. Causa de todo ello es el poder, por la ambición que conlleva de riquezas y honores.

(...)

En consecuencia, ni unos ni otros se regían por la piedad sino que por la beldad de sus palabras gozaban de mayor prestigio quienes lograban sus éxitos de un modo abominable. Los ciudadanos de en medio perecían a manos de ambos, ya porque no colaboraban, ya por envidia de que sobreviviesen.

(...)

Los torpes sobrevivían las más de las veces, ya que por recelar de sus propias deficiencias y de la inteligencia de sus rivales, temiendo quedar en desventaja a la hora de hablar y que los otros se les adelantasen en sus intrigas gracias a la versatilidad de su espíritu, pasaban audazmente a la acción. En cambio, los otros, pensando con desprecio que se darían cuenta antes y que a la hora de actuar no necesitaban contar con nada que no tuvieran por su inteligencia, al no precaverse perecían en mayor número."

"Historia de la Guerra del Peloponeso" Tucídides.



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