lunes, 21 de febrero de 2011

Crítica de Cisne Negro (Black Swan)



La nueva película protagonizada por Natalie Portman, El Cisne Negro se ha estrenado este pasado 18 de febrero en toda España, siendo una de las opciones más esperadas por el público en general.


La película nos presenta a una bailarina de ballet clásico Nina (Natalie Portman) encarcelada por su propia vida; una madre controladora y amargada por su propio fracaso, una vida gris, y una obsesión (la de Nina) con la perfección y con el éxito que le hacen rallar la locura y buscar su propia autodestrucción. Puede parecer un argumento tópico, pero sin duda más allá de cualquier otra consideración, el director sabe presentar esta historia de una forma muy original (así como el director del ballet en la película quiere presentar una nueva versión del Lago de los Cisnes, nuestro director quiere presentar un argumento muy trillado de una forma diferente).


Pero aún reconociendo su originalidad, el conjunto resulta repugnante y vulgar, buscando la reacción del espectador utilizando trucos baratos y sórdidos. Es una película que claramente se queda en un “quiero y no puedo” que pretende ser una reflexión sobre la búsqueda de la perfección y el éxito, pero que sin embargo no trasciende de la mera superficie y se basa en el efectismo a partir de escenas sexuales o sanguinolentas, presentadas a una velocidad de vértigo, pero que muchas veces carecen de sentido y lógica en el desarrollo normal de la película.
Aunque realmente no dudo que el director en realidad buscase esto, una película hecha a base de efectos y velocidad, con la intención de presentar el filme como una auténtica pesadilla, ayudando a esta sensación una magnífica fotografía oscura y gótica; creo que hay formas y formas de buscar una ambiente asfixiante y de auténtica pesadilla, desde luego con mayor elegancia, pero para ello hace falta tener mucho talento. Es muy fácil, desagradar al espectador a base de elementos repugnantes.


Aún así no puedo terminar mi crítica sin decir que tiene detalles espectaculares y giros muy interesantes, de ello no cabe duda. Mi reflexión es, si merece la pena ver una película por unos pequeños destellos de genialidad, en una sordidez que inunda cada rincón del desarrollo del argumento.

4 comentarios:

  1. Lamento estar en profundo desacuerdo con cada uno de los puntos de tu comentario.

    Es una película perfectamente medida, entre lo que quiere conseguir y lo que hace. Su guión, atento al delirio, es pura psicología.

    No se trata sólo de crear ambientes o sensaciones, es que realmente eso es lo que vive una persona así.

    Tal vez no hayas visto esta película en un buen momento. Si más adelante vuelve a cruzarse en tu camino, ojalá la disfrutes como la estoy disfrutando yo. Se aprende mucho.

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  2. Me temo que aunque viese la película en otro momento seguiría pensando lo mismo. Prefiero menos efectismo, menos sangrue y menos sexo...quizás el conjunto resultante fuese más inteligente y pudiesemos prestarle más atención al mensaje que tú indicas.

    De nuevo gracias por tu comentario.

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  3. Abraham:

    ¿Ha usted visto "Pi (fe en el Caos)"? Es del mismo director de "Cisne Negro" y, en realidad, es la misma película. Es la misma película pero con una temática mucho más comercial (una bailarina que busca la perfección) que un matemático chiflado que aspira a predecir los movimientos de la Bolsa. Los juegos macabros con el espectador en "Pi..." también estaban presentes (recuerdo un cerebro tirado por los suelos o al protagonista mutilándose de diversas formas). Al menos en "Pi..." la película era en blanco y negro y la cosa se llevaba mejor. Incluso el argumento era más interesante: la peculiar obsesión con las relaciones matemáticas perfectas hallables en la naturaleza. En "Cisne Negro" todo resulta más vulgar y efectista. En algún momento se alcanza, incluso, un tono de thriller adolescente.

    Como Celia, yo me inclino más por la mesura. Así, por ejemplo, en el fondo me parece mucho más angustiosa psicológicamente "La Colina", de Sidney Lumet, que este "Cisne Negro".

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  4. Pues sí, he visto Pi, Requiem por un sueño, La fuente (de la vida) y El luchador. Lo reconozco, me encanta Aronofsky (no ganamos para gustos).
    "La fuente de la vida" es una de mis preferidas y puede resultar más llevadera, aunque igualmente es más lírica que narrativa.
    Y estoy de acuerdo contigo, Isidoro: a mí tampoco me parece Cisne Negro una película angustiosa, aunque reconozco que las dos veces que he ido a verla el público salía muy nervioso en general.
    Encantado de discutir de cine. Ya encontraremos otra que coincidamos. (en realidad, nada de lo que decís me parece desacertado del todo)

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