martes, 9 de octubre de 2012

El fraude, de Nicholas Jarecki

Richard Gere es un actor cuyos trabajos más conocidos no me han interesado particularmente. La mayor parte de su carrera como actor la ha pasado poniendo caras de interesante en el recurrente rol de "maduro seductor". En dicha carrera alcanzó grandes cotas de ridículo (véase por ejemplo la inefable "El primer caballero"). Sin embargo, los últimos papeles de Richard Gere han supuesto un cambio importante en esa dinámica.

En "Los amos de Brooklyn" el personaje de Gere era un absoluto perdedor, sin oxígeno vital, un policía sin rumbo que estaba enamorado de una joven prostituta. Algo muy sorprendente en Gere, que casi siempre interpreta el papel de triunfador, de persona que tiene todas las respuestas. En "El fraude", de Nicholas Jarecki, Richard Gere interpreta el papel de un multimillonario que bien pareciera que tiene todas las respuestas, que todo le va bien, que es un triunfador. Pero no. El multimillonario en cuestión, a lo largo de la película, va encontrando más y más obstáculos en su camino hasta el punto de encontrarse ante la perspectiva de perderlo todo. En el fondo, al igual que en "Los amos de Brooklyn", Gere interpreta a un absoluto fracasado en la vida.

En el filme de Jarecki se plantean cuestiones interesantes. Una de ellas es el modo en que el multimillonario protagonista justifica todos y cada uno de sus actos en el presunto interés de otras personas. Pero en realidad sólo defiende su particular interés: la codicia por un lado y el mero sobrevivir por el otro. Y ante ese particular interés no pone en valor ni a su propia familia, a cuyos miembros maneja como peones. La codicia lo es todo. Absolutamente todo.

Otra cuestión interesante, muy interesante, de "El fraude", es que además de ser una película de intigra a la vieja usanza (sin giros disparatados ni complicaciones artificiosas en el guión), constituye una gran pieza de crítica social. Porque sobre el crash financiero de 2008 ya se han realizado varias películas, pero todas ellas intentan tocar una partitura demasiado megalómana: tomando como protagonistas a los grandes personajes, novelizando la alta política. Como si las crisis del capitalismo fuesen capítulos de un folletín que dependiesen, para desencadenarse, de las decisiones de un pequeño núcleo de poder. "El fraude", construida alrededor de un "simple" multimillonario y los personajes que le rodean, huye de esa trascendencia, de esa pompa narrativa, y por eso es la mejor película sobre dicho crash. Dejando en absoluto ridículo a productos como "Wall Street: el dinero nunca duerme" de Oliver Stone, Jarecki deja claro qué fue lo que nos llevó "a la burbuja". Y lo hace, como decía, sin una voz en off que nos lo explique, sin ningún Elliot Ness (especial atención a la soberbia actuación de Tim Roth como policía en esta "El fraude") que señale el delito. Ni siquiera la correcta "Margin Call" puede resistir la comparación con "El fraude"; a su lado resulta dramáticamente hueca, plagada de discursos, a su lado.

A través de los personajes, Jarecki nos muestra dos mentalidades: la que es esclava del dinero y la del honor y la integridad personal. La confesión de su codicia del personaje de Richard Gere a su hija refleja perfectamente esta "fiebre del oro" de las desreguladas finanzas en el nuevo siglo. Una fiebre por el riesgo que, acaso irónicamente, se ve puesta a prueba cuando toda su vida y toda su fortuna dependen de la decisión de un joven negro de Harlem.

En definitiva, la película "El fraude" es un thiller a la vieja usanza que desde su sencillez hace mucho más por explicar qué nos llevó a todo este desastre económico que los propios medios de comunicación o las series documentales de la HBO y similares. Porque el origen de las burbujas, de las crisis, de este desastre en el que malvivimos, no es otro que la codicia de individuos con cara y ojos. Como decía cierto personaje de la serie "Treme":

"No debes intentar trucos con el sistema, el sistema ya está trucado. Sólo hay que saber las reglas".




1 comentario:

  1. Te felicito por este gran artículo. Has tocado todos los palos sobre esta película. La explicación sencilla pero contundente de la especulación financiera, que se refleja en el film es la más brillante de todas las que he visto hasta el momento. Por último creo que Richard Gere borda el papel, y considero que es junto con LOS AMOS DE BROOKLYN uno de sus papeles más maduros y serios. Una película que sin duda invita a la reflexión y a la crítica.

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