jueves, 26 de agosto de 2010

Lecturas para el verano (I)



Aunque ya esta a punto de terminar el verano, todavía queda tiempo para disfrutar de una buena lectura. Mi recomendación en esta ocasión es LA PERLA (1947) del Premio Nobel de Literatura (1962), John Steinbeck. Para aquellos aficionados al cine les sonará este título puesto que esta novela además fue adaptada al cine por el director mexicano Emilio Fernández.

Se trata de un relato corto basado en una antigua leyenda mexicana, pero no por breve deja de ser intenso y profundo. Todo comienza cuando Coyotito, hijo de los protagonistas Kino y Juana sufre el ataque de un escorpión, y acuden para que sea curado a casa de un médico (que vive en el barrio rico de la ciudad) que por supuesto no les atiende por carecer de medios para pagar los servicios, a pesar de saber que si el niño no recibe ayuda, en breve morirá.


Kino no desiste y la fortuna (o infortunio) le hace encontrar una GRAN PERLA, la cual para él significa no sólo la salvación de Coyotito, sino una vida mejor para toda su familia. Pero en realidad esa perla lo único que conlleva son desgracias una tras otra. Este infortunio no es una especie de maldición sino que a raíz del hallazgo de Kino los sentimientos de los otros como la envidia y la ambición, se encargan de convertir la suerte en desgracia para la familia.

Al margen de esta historia, el autor aporta pinceladas del entorno, la pobreza brutal, las dificultades de los pobres (en este caso indigenas) de superar esa situación paupérrima, la corrupción de la política, el ambiente de violencia en el que vive la comunidad a la que pertenecen los protagonistas, por no hablar de las diferencias sociales, y del trato humillante al que se ven expuestos esta gente pobre y humilde.

No se trata de una obra buenista de los pobres ni mucho menos, ni se trata tampoco de una crítica hacia los ricos (ya que estos últimos aparecen solamente a lo lejos como ajenos al resto del mundo que hay a unos pocos metros de sus lujosas casas). Se trata de un retrato sencillo y realista de un mundo al que a menudo somos ajenos, pero además es un espejo del alma humana, puesto que aparecen reflejadas tanto las más bajas pasiones del hombre, como los sentimientos más nobles, como el amor. Se tratra de un lucha desigual por la supervivencia que John Steinbeck sabe reflejar no buscando la moralina ni la ñoñeria boba, sino con una prosa sencilla y delicada que hace de esta novela una verdadera joya literaria.

"Toda clase de gente empezó a interesarse por Kino —gente con cosas que vender y gente con favores que pedir—. Kino había encontrado la Perla del Mundo. La esencia de la perla se combinó con la esencia de los hombres y de la reacción precipitó un curioso residuo oscuro. Todo el mundo se sintió íntimamente ligado a la perla de Kino, y ésta entró a formar parte de los sueños, las especulaciones, los proyectos, los planes, los frutos, los deseos, las necesidades, las pasiones y los vicios de todos y de cada uno, y sólo una persona quedó al margen: Kino, con lo cual se convirtió en el enemigo común. " (La perla, 1947)


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