lunes, 7 de enero de 2013

"Golpe de Efecto" o El anciano Harry Callahan contra Moneyball

Son ya muchas las películas sobre los "deportes americanos" que han cruzado el charco hasta nosotros. Por lo general, no resultan muy interesantes para los espectadores europeos. No en vano, el fútbol americano o el béisbol parecen cosas que poco o muy poco tienen que ver con el ideal atlético. A saber: una estrella del fútbol americano o una del béisbol puede serlo sin dar el perfil atlético clásico; teniendo sobrepeso o simplemente una habilidad para hacer bien una cosa muy limitada. Se trata de deportes, en suma, en que se rinde adoración no tanto al talento en general como a la excelencia estadística y a las pausas publicitarias en las que engullir cerveza y cacahuetes. Los americanos, con sus deportes, forman un universo paralelo en el deporte. Y tal vez por esto el principal torneo de béisbol en EEUU se denomina "las series mundiales". Sea como fuere, el cine sobre los deportes americanos suele estar presidido por un tono disney o un entusiasmo que no podemos compartir.

Por todo esto, la última película en que interviene Clint Eastwood ("Golpe de Efecto") tenía muy mala pinta y fue rápidamente despreciada por muchos críticos españoles como un "vulgar telefilme". En mi opinión, lejos de semejante mediocridad, "Golpe de Efecto" constituye una historia sencilla, sí, pero que se erige en enmienda a la totalidad del reciente éxito "Moneyball": algo que dista mucho de no tener interés y alcance.

"Moneyball", que tuvo varias nominaciones a los Oscar el pasado año, era una película de ésas que no se sabe muy bien qué pretende contar. Las interpretaciones difieren radicalmente al respecto. Los hay que opinan que simplemente es una loa a un grupo de personas que "descubrieron" una forma de dirigir equipos de béisbol que prescindía de la subjetividad de los ojeadores, en contra de todo el orden establecido. Otros opinamos que la película simplemente habla sobre el resentimiento de un individuo (el interpretado por Brad Pitt) que se "venga" del deporte en que no pudo triunfar reduciéndolo a una farsa matemática. Mediante esa aproximación numérica, el personaje de Pitt "mataba" al béisbol, despojándole de toda épica y, de paso, aliviando su sentimiento de culpa por haber fracasado en ese deporte.

"Golpe de Efecto" se rebela contra el planteamiento de "Moneyball". Si en "Moneyball" había unos ojeadores subjetivos, ignorantes y corporativistas, en "Golpe de Efecto" vemos a directores técnicos que no ven ya béisbol sino que sólo analizan estadísticas, intentando convertir toda traza de deporte en billetes de dólar. Tanto en una como en otra los enfoques son maniqueos, por tanto, aunque en la película protagonizada por Clint Eastwood la trama sentimental es muy importante, cuando en "Moneyball" se reducía al personaje de Brad Pitt poniendo cara de esquimal viendo tocar la guitarra a su hija. En la de Eastwood vemos la compleja relación entre el personaje de éste y el interpretado por Amy Adams. 

Eastwood interpreta a un ojeador de béisbol de gran prestigio que afronta mal los achaques de una edad muy avanzada y Amy Adams a su hija, atormentada por lo que cree el rechazo de su padre hacia ella y que malvive como esclava adicta al trabajo de un bufete de abogados (uno de cuyos jefes es un Bob Gunton que parece repetir el mismo papel en todas las películas en que participa: hasta su despacho para el mismo que el de "Vacaciones en el infierno"). Aparecen entre ambos el personaje de John Goodman (más delgado que nunca) interpretando al jefe/amigo de Eastwood y el de Justin Timberlake, como jugador fracasado metido a ojeador sin vocación. Eastwood hace lo que tan bien sabe hacer (estar desorientado a todos los niveles y actuar como un libertario pasado de vueltas), Amy Adams hace de mujer fuerte (al igual que hiciera en "The Fighter") de forma bastante convincente y el resto cumple bien con su papel más o menos decorativo.

Es "Golpe de Efecto" una película sencilla, estoy de acuerdo. Y sorprende que Clint Eastwood abandonase su retiro de la actuación por hacerla habiéndose tomado tantas molestias en "Gran torino" por tener un final por momentos ritual, bíblico, en su carrera de actor. Pero eso no significa que la película sea mala o prescindible. Para mí, pese a su maniqueísmo (y su previsible desarrollo, en realidad), esta película es de visionado obligado para quienes hayan visto "Moneyball": porque consituye una crítica feroz de aquélla, elevando "lo intangible" a parte relevante del deporte y con una narrativa viva allí donde "Moneyball" era fría, maquinal... insomne. Tal vez el individualismo de "Golpe de Efecto" sea demasiado fantasioso, pero el colectivismo en "Moneyball" daba mucho miedo.




"Dios no juega a los dados" Albert Einstein

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