martes, 13 de marzo de 2012

Los Idus de Marzo; el estreno de la semana....

Esta semana ha llegado a nuestros cines Los Idus de Marzo, un sugerente título (con referencia histórica incluída), y que sin duda es una rara curiosidad en una cartelera que en estas últimas semanas está llena de mediocridad.

Esta aventura como director de Goerge Clooney, adaptación cinematográfica de la obra teatral “Farragut North”, es ciertamente interesante y una película muy válida para incitar a una profunda reflexión sobre el mundo de la política, y lo que se esconde detrás de la misma. El filme arranca durante las primarias del partido demócrata, en las que Stephen Meyers (Ryan Gosling) idealista y brillante comunicador , es el segundo de abordo del gabinete del gobernador Mike Morris (George Clooney).


A partir de estos mimbres, comienza el viaje de Stephen Meyers, desde la confianza ciega en su candidato y una cierta candidez e inocencia con su entorno, hasta llegar a la extrema decepción que lo transforma. De ahí, lo adecuado del título, que nos hace referencia al asesinato de Julico César, con 24 puñaladas. En este caso, se trata de un asesinato no físico, en el que las víctimas son la inocencia y la fe de Stephen Meyers.


La película está bien armada, a pesar de que sin duda la segunda parte del filme es mucho más interesante y rápida, que la primera parte que transcurre por momentos con bastante lentitud; pero no cabe duda que este proyecto de Clooney como director guarda interesantes sorpresas para el espectador que le dan a esta película una adecuada combinación entre el drama y el thriller político.


Se trata de una mirada profunda, inteligente y por supuesto muy pesimista con respecto al mundo de la política, que sale ciertamente muy mal parado. Acierta de pleno con el casting destacando, el papelón de Ryan Gosling, sobre el que cae el mayor peso dramático de la historia, con cambio de registro que resuelve de forma absolutamente magistral.


George Clooney, está demostrando un gran acierto en su camino hacia la madurez (no ya interpretativa) sino como director, con una película que invita a la reflexión en un momento tan adecuado de crisis no sólo económica , sino también política, ética y social. El filme deja una pregunta abierta sin respuesta fácil, y no es otra que la elección entre la verdad incómoda o las mentiras tremendamente prácticas.


"Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa". (Alfred Adler)

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