martes, 20 de julio de 2010

Sucedió una noche...


FICHA TÉCNICA:

Productora: Columbia Pictures.
Dirección: Frank Capra.
Producción: Frank Capra, Harry Cohn.
Guión: Robert Riskin (Sobre el relato Night Bus de Samuel Hopkins Adams).
Fotografía: Joseph Walker.
Música: Howard Jackson, Louis Silvers, Ann Ronell, Frank Churchil, Alfred Lee y George Leybourne.
Intérpretes: Clark Gable, Claudette Colbert, Walter Conolly, Roscoe Karns, Jameson Thomas, Alan Hale, Arthur Hoyt, Blanche Frederici, Charles C. Wilson.
Premios: Ganadora de Cinco Oscar, Mejor Película, Mejor director, mejor guión, mejor actor y mejor actriz. Festival de Venecia; nominación de Frank Capra (Copa Mussolini).
Estreno en Estados Unidos: enero de 1934.
Estreno en España: Repuesta con doblaje en 1970.

Sucedió una noche, en la ceremonia anual de la entrega de los Oscar de 1935, hizo lo que se conoce en el mundo del espectáculo como el grand slam: ya que acaparó, nunca había ocurrido antes en la historia de los galardones, cinco premios. Los méritos de esta película no se reducen sólo a las estatuillas, sino que ha resultado también ser uno de los grandes clásicos de la comedia. De hecho abrió las puertas a todo el subgénero que dio en llamarse screwball comedy, esa comedia romántica tan típicamente norteamericana que pobló las pantallas de medio mundo durante los años treinta y cuarenta, pero muy por debajo de Sucedió una noche, tanto por el guión como por los actores protagonistas. Esta película representa de forma modélica la obra de un director de la talla de Capra, figura decisiva dentro de la historia de Hollywood.


Pero si algo hay que destacar de este filme (quitando al Clark Gable, por el que siento una inevitable debilidad), es el guión, sin duda mordaz, brillante e ingenioso, llegando en momentos a ser verdaderamente desternillante. Para los críticos es uno de los elementos decisivos en su éxito; este guión se consiera toda una obra maestra y muestra del talento de Robert Riskin.

- ¿LA QUIERE?
- ¡UN SER HUMANO NORMAL NO PODRÍA VIVIR BAJO SU MISMO TECHO SIN VOLVERSE CHIFLADO! ELLA REPRESENTA MI IDEA DE LA NADA.
- LE HE HECHO UNA PREGUNTA MUY SENCILLA, ¿LA QUIERE?
- ¡SÍ! PERO NO ME LO TENGA DEMASIADO EN CUENTA. ES QUE YO TAMBIÉN ESTOY UN POQUITO CHIFLADO.
- ______________________________________________________________
- ¿QUIÉN ES USTED?
- QUIÉN YO? SOY LA LECHUZA QUE CANTA EN LA NOCHE, LA SUAVE BRISA DE LA MAÑANA QUE ACARICIA SU PRECIOSA CARA….
- PERO TENDRÁ UN NOMBRE, ¿NO?
- SÍ LO TENGO, PETER WARNE.
- PETER WARNE, NO ME GUSTA.
- BUENO NO SE LO TOME TAN A PECHO. MAÑANA POR LA MAÑANA ME LO DEVUELVE Y EN PAZ.
- ENCANTADA DE CONOCERLE, SEÑOR WARNE.
- EL PLACER ES MÍO, SEÑORA WARNE.

Sucedió una noche, de Frank Capra es magia cinematográfica. Esto tiene algo que ver con la forma en que evoca todo un entorno: unos “Estados Unidos” del pueblo, lleno de pillos raros y ciudadanos de buen corazón, siempre dispuestos a compartir un relato y una canción , o exhibir sus entrañables excentricidades.


Capra era experto en tejer de forma inteligente una historia empleando elementos cotidianos, conocidos: comer, vulgarismos verbales, roncar, lavarse, desnudarse….Fiel a la fórmula de las comedias románticas, las identidades se disuelven cuando un personaje necesita hacerse pasar por otro o se aprovechan en busca de diversión secreta, aunque siempre Peter y Ellie fingen ser marido y mujer, se sugieren posibilidades y destinos más serios.


Sucedió una noche, es una predecesora lejana de las comedias “basura” de hoy como por ejemplo, las de los hermanos Farrelly. Abundan los chistes relativos al trasero; las pretensiones y los privilegios de los ricos son objeto de burlas inmisericordes; las famosas piernas de Colbert detienen el tráfico. Y hay también tensión sexual : toda la película, que sigue las cuatro noches de Peter y Ellie pasan juntos, depende del simbolismo de “las murallas de Jericó” que acaban por derrumbarse: la supresión de la manta que es la barrera que impide que la pareja lleguen a la consumación del creciente amor de la pareja.


Los críticos no pueden extasiarse ante las habilidades de Capra para el montaje o la puesta en escena; el estilo era algo convencional y funcional para él. Pero lo que si tenía era un sentido implacable del guión y una gran compenetración con sus carismáticos actores. Gable y Colbert contribuyen verdaderamente a que este enfrentamiento entre los sexos termine en empate, diluyendo la ideológica tendencia del guión a sugerir que los tipos del proletariado deberían enseñarles unas cuantas cosas sobre la vida real a las chicas mimadas. En la contagiosa interacción de estas estrellas encontramos un ideal que se ha perdido por completo en el cine contemporáneo ; la reciprocidad combativa entre los sexos.


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