jueves, 15 de noviembre de 2012

Pablo Neruda, siempre imprescindible.


Estas semanas coincidiendo con esta época otoñal tan dada a al poesía, vamos a dejar colgados aquí algunos poemas de Pablo Neruda. Espero que nuestra selección os guste.
 

10

Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
 
Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crespúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes

hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.
 

"Veinte poemas de amor y una canción desesperada"

lunes, 5 de noviembre de 2012

La muerte de James Bond

Cuando Pierce Brosnan abandonó el papel de James Bond (su última entrega fue en 2002 con "Muere otro día"), se decidió adjudicar el papel a Daniel Craig. La elección llamó la atención porque Craig era rubio, de origen eslavo y un musculitos. Y eso contrastaba un tanto con el modelo típico de Bond escogido hasta entonces. La razón para esto, para quien viese "Casino Royale" (2006), no podía ser más lógica: James Bond ya no era James Bond. Una elección polémica pero que para cualquiera que viese las últimas películas con Brosman no carece de sentido: porque la saga 007 ya había degenerado en una pirotecnia, en un regusto por los efectos especiales, que no podía desarrollarse mucho más. Pero la saga es una máquina de hacer dinero y para que todo siguiese igual había que cambiarlo todo. Irónicamente, "Casino Royale" fue también el título de la parodia de James Bond de 1967 a cargo de David Niven y Peter Sellers.

Lejos de la parodia, el James Bond de Daniel Craig es otra cosa. Es un personaje creado al calor del boom de la franquicia de Jason Bourne ("El mito de Bourne" se estrenó en 2004: con una rentabilidad del 284% cuando la última de Brosnan había aportado sólo un 204%). Mientras Connery, Moore, Dalton o Brosnan eran espías "con licencia para matar", Daniel Craig interpreta a un asesino puro y duro al estilo de Bourne. Así, Bond no es un tipo que usa aparatitos, un elegante señorito inglés, sino un soldado de élite que se viste de etiqueta. Sea como fuere, la cosa no salió mal y se consiguió con "Casino Royale" un 298% de beneficios sobre el presupuesto. La siguiente película de Bond ("Quantum of Solace", 2008) supuso para muchos un paso atrás en cuanto a la "profundidad" del personaje interpretado por Craig. Y una decepción: porque en el final de "Casino Royale" se dejaba en el aire el argumento de una venganza personal para Bond. Sin embargo, el argumento al final no fue más que la típica historia Bond con un villano atiborrado de tecnología al que derrotar. Tal vez por eso, en esta ocasión, la rentabilidad del film bajó al 193%.

"Skyfall", la nueva entrega de Bond, a cargo de Sam Mendes, nos presenta ahora una apuesta mucho más arriesgada que "Quantum of Solace". Y posiblemente eso termine por reflejarse en taquilla. Pero la apuesta es arriesgada porque es muy radical. Aquí no hablamos de que Bond se enamore o sea un boina verde con traje, que era lo sorprendente en "Casino Royale". No. En "Skyfall" se nos presenta a un Bond menor, debilitado o avejentado. Sea como fuere, el mensaje parece demasiado radical, desnaturaliza al personaje más allá de lo estético: le quita su esencia. Porque lo fundamental en Bond es su superioridad aplastante. Una superioridad basada en sus habilidades individuales y en la tecnología punta que se le proporciona. En esta última entrega de 007 James Bond está debilitado y no utiliza apenas tecnología. De hecho, se apuesta tanto por esta especie de minimalismo tecnológico y al final del film vemos a James Bond haciendo las veces de MacGyver.

Por otra parte, en "Skyfall" no estamos ante un giro original ni mucho menos. Si en "Casino Royale" se apostaba por la vía abierta en la saga Bourne, en la película de Mendes se puede ver un ejercicio bastante obvio de corta y pega de "El caballero oscuro" (2008) de Christopher Nolan. Se ve de nuevo la mano de los productores en esta decisión puesto que esa película de Nolan consiguió una asombrosa rentabilidad: un 442%. De ahí el personaje de Javier Bardem en "Skyfall", que da vida a un tipo que no se sabe muy bien qué pretende pero que actúa de forma impulsiva y alocada. Se nos muestran largos planos mostrando cómo el personaje de Bardem ríe a solas y, como no, tiene una deformidad en la cara. ¿Suena familiar? Sí, en efecto: es el Joker. Siendo el personaje de Joker básicamente un maníaco, un chalado... es fácil caer en una mera sobreactuación en la que puede parecer buena actuación cualquier cosa. De ahí el mérito de Heath Ledger en "El caballero oscuro": él realmente actúa. Bardem, al igual que Brad Pitt en su personaje de "12 monos" (1995), por ejemplo, se limita a ser excesivo. Bardem se muestra excesivo y, gracias a su físico, amenazante. Tiene algunas líneas de guión divertidas y ocurrentes, pero no llega al nivel del Joker de Nolan, evidentemente. Aquél personaje era puro caos, sin historia pasada, mientras que ese planteamiento no es posible en el mundo de 007: donde tiene que haber una explicación para todo. Y la explicación del personaje de Bardem no podría ser más...desagradable. Como alguien ha dicho: el personaje de Bardem a ratos es un despiadado maníaco paranoide o un huerfanito perdido. Es verdaderamente llamativo el desarrollo de la trama respecto a este villano en "Skyfall": cualquiera que la vea podrá comprobar que es prácticamente idéntico al que se desarrolla con el joker en "El caballero oscuro".

No hay que confundirse, "Skyfall", pese a que le sobra media hora, es una película relativamente entretenida. Lo que pasa es que no es James Bond, es otra cosa. Es evidente que la saga 007 atrae mucha expectación, aún tras todos estos años, y siguen usando el nombre por reclamo. Tirando de la nostalgia al máximo, además, en esta "Skyfall". Pero, insisto, esto ya no es James Bond. No basta con rodear al personaje de los tópicos habituales del personaje, es que hace falta EL personaje.




"Ya sólo queda una rata" James Bond.

PS: La evolución de la rentabilidad de las sagas Batman, Bond y Bourne en sus partes de 1 a la 3: